1. Observación y exploración
Vivimos en un mundo muy cambiante, donde cada situación sucede más rápido que la anterior y donde los entornos de negocio son cada día más competitivos.
Por ello, observar y analizar nuestro entorno nos permitirá:
- Detectar las oportunidades de negocio que brinden respuestas a las nuevas necesidades que surjan entre nuestro público objetivo.
- Anticiparnos a los cambios en lugar de reaccionar antes ellos. Es decir, desarrollar una actitud proactiva frente a la tradicional actitud reactiva. Esto se debe a que si únicamente reaccionamos a lo que sucede a nuestro alrededor, veremos que a otros competidores se les ha ocurrido lo mismo, por ello anticiparse es una buena manera de hacer la diferencia.
Lo que debemos hacer como emprendedores autónomos es despertar nuestra curiosidad y observar el entorno. Esto lo conseguimos investigando y preguntando. Internet es una gran ayuda, pero también la información que nos brindan nuestro colaboradores y clientes, así como otros expertos en el sector o la gestión empresarial.
2. Creatividad e innovación
Otras de las habilidades directivas que debemos tomar en cuenta, sobre todo en entornos muy competitivos, es la innovación y la creatividad para diferenciarnos.
La clave para el emprendedor autónomo es brindar algo adicional o excepcional a lo que hacen los demás. Es muy complicado inventarse algo totalmente nuevo, pero si conocemos bien a nuestros clientes y el sector, podremos encontrar la manera de hacer la diferencia.
La creatividad es una características de las personas proactivas y que lideran los cambios, pero se puede cultivar. Para ello debemos tratar de mirar la realidad desde otros puntos de vista y analizar otras formar de hacer las cosas.
Como dijo Albert Einstein, “Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo”.
3. Gestión del riesgo
Esta es una de las habilidades directivas que más diferencia a los emprendedores autónomos de éxito. Eso sí, toma en cuenta que es fundamental saber gestionar los riesgos, medirlos (dinero, tiempo, oportunidades perdidas), valorar las distintas alternativas y prever los peor que podría suceder, para lo cual deberemos disponer de un plan B.
Ser emprendedor y asumir riesgos van de la mano, pero intenta que no sean demasiado grandes. ¿Y cómo puedes reducir los riesgos? Pues siempre que puedas, realiza pruebas de mercado, limita y controla tus costos, analiza cómo reaccionará tu competencia y piensa en alternativas profesionales por si no sale bien el proyecto.
4. Toma decisiones
Tener un negocio propio es como una carrera de obstáculos y en ocasiones supone encontrarse con muchos problemas para los que debemos tomar decisiones eficientes para solucionarlos. Y además debemos hacerlo bien y, generalmente, en poco tiempo.
Por eso es importante que como emprendedores autónomos:
- Nos desarrollemos como personas independientes, con capacidad para tomar decisiones de forma adecuada y sin presiones.
- Aplicar una metodología de resolución de problemas: identificar el problema, recolectar información, analizar las causas, valorar soluciones alternativas, implantar la mejor y controlar su resultado.
- Minimizar riesgos.
- Detectar soluciones novedosas.
5. Habilidades directivas: comunicación
Los emprendedores autónomos deben interactuar con muchas personas cada día, desde clientes a proveedores, colaboradores y en ocasiones con los empleados de las autoridades fiscales. Por ello, de las buenas habilidades comunicativas que tenga dependerá que dichas relaciones tengan un final feliz, por lo que cabe decir que la capacidad de influir en los demás es una de las claves del éxito del empresario autónomo.
Es por ello que desde Infoautónomos México os brindamos algunos tips básicos para este área:
- Escucha activa: si quieres conocer cuales son las necesidades, deseos y motivaciones de los demás, tendrás que lograr que sean ellos quienes hablen. La cordialidad es fundamental para crear un ambiente relajado. Aprende a hacer preguntas, unas veces directas y otras no, que te ayuden a conseguir la información que necesitas.
- Adaptación al interlocutor: un buen emprendedor debe saber adaptarse a las situaciones que enfrenta, así como ser capaz de adaptar su estilo de comunicación al de la persona que tenga delante a cada momento.
- Lenguaje corporal: los gestos y la posición de nuestro cuerpo dicen muchas cosas de nuestra actitud frente a otras personas. Aprender sobre este tema nunca viene mal.
- Entonación: trata de averiguar qué sensación e impacto causa tu entonación en los demás y, si resulta agresiva o demasiado débil, corrígela. Aprende de a poco a dominar tu voz. De vez en cuando el emprendedor autónomo debe poner en funcionamiento sus dotes de actor.
- La primera impresión: toma en cuenta que si esta primera impresión es negativa, te va a costar bastante cambiarla.
- Empatizar: intenta conectar en positivo con la persona que tenga delante, trata de generar confianza y entusiasmo en tu negocio.
- Negociación: la negociación se debe preparar, valorando las posiciones, margen de negociación, posibles concesiones, límites para el acuerdo y tácticas a seguir. Actúa con paciencia y no olvides que para que haya acuerdo es necesario ser flexibles.
6. Motivación y liderazgo
Toma en cuenta que actualmente vivimos en un entorno muy competitivo, por lo que será importante que tengamos equipos de trabajo eficientes. La capacidad de motivar y el estilo de liderazgo tienen un papel vital para lograr dicho objetivo.
Te brindamos algunos tips sencillos si eres un emprendedor que forma equipos de trabajo:
- Proyecto claro: a todo el mundo le gusta saber hacia donde se dirige el proyecto en el que participa, así que como líder deberás tomar un rumbo definido que deberás transmitir al resto.
- Ilusionar: empatizar y conectar con el equipo es muy importante a la hora de motivar.
- Delega tareas: no puedes intentar acaparar todas las tareas. Un buen líder emprendedor debe aprender a delegar para concentrarse en aquellas tareas donde sea imprescindible su presencial. Además, esto mismo servirá para motivar a los trabajadores y formarlos. Para ello debe asignar funciones, atribuir autoridad y otorgar responsabilidades entre las personas que forman su equipo.
- Dirigir reuniones de trabajo: debemos intentar conseguir reuniones eficientes, por ello como emprendedor autónomo se debe asumir el rol de dinamizador de la reunión. Algunos aspectos prácticos a cuidar son convocar con suficiente antelación, tener un orden del día, evitar interrupciones y fomentar la participación de todos.
7. Habilidades directivas: planificación y organización
Trata de visualizar el objetivo que quieres conseguir a tres o cinco años. Luego fija objetivos concretos y que estén al alcance de la mano a corto y medio plazo. Las grandes metas se logran paso a paso.
Para poder organizarte bien deberás establecer planes de acción que guíen las tareas, así como gestionar los recursos que tengas a tu alcance para ello. Te recomendamos aplicar la regla QCCQC. Para cada acción a realizar en tu negocio contesta a las siguientes preguntas: ¿Qué hay qué hacer?, ¿Cómo hay que hacerlo?, ¿Cuándo hay que hacerlo?, ¿Quién va a hacerlo? y ¿Cuál es el corto?
Como consejo, es conveniente que tengamos los planes anotados en algún lugar, con las grandes líneas de acción, de forma que podamos revisarlos cada tiempo para ver cómo va todo. Planifica, ejecuta, controla y reflexiona.
8. Trabajo eficiente y ordenado
El mercando en que nos movemos nos obliga a hacer las cosas bien, ya que cada día prima más la calidad para así brindar una buena atención al cliente y que este quede satisfecho.
Por ello, a pesa de que nuestro negocio sea pequeño, debemos fomentar una cultura de la calidad en el mismo para conseguir estas metas.
9. Constancia y vitalidad
A pesar de que nos encontremos con muchas piedras en nuestro camino, una de las habilidades directivas de un emprendedor autónomo de éxito es la constancia y vitalidad, algo que les permite perseverar, mantener la ilusión y la energía en su proyecto.
Ser pacientes y resistir ante los problemas, controlar las emociones negativas que nos invadan y mantener el control de la situación. Y debes cuidar tu salud y alimentación para mantener la vitalidad necesaria, un poco de ejercicio físico y hábitos saludables te serán de gran ayuda.
Asimismo, toma en cuenta que tampoco debemos dejar que nuestro negocio ocupe todo nuestro tiempo y nos impida tener vida familiar y personal.
10. Habilidades directivas: confianza en uno mismo
Antes de aprender a relacionarnos bien con los demás, debemos aprender a relacionarnos con nosotros mismos. Conseguir la confianza con las demás personas es un proceso que inicia dentro de uno mismo y para lo que será necesario lograr cierto grado de desarrollo personal. Ello permite dejar de lado los miedos internos, que paralizan e impiden la acción, y reforzar la autoestima, algo que se consigue de a poco al ir conociendo nuestras aptitudes y habilidades sociales.
Y es así como desde el autoconocimiento irán aflorando de manera natural características propias de una persona con plena confianza en sí misma como pueden ser el sentido de la responsabilidad, la independencia de criterio, el optimismo, el pensamiento positivo o la estabilidad emocional.
